El profesor de la sede Concepción, Eduardo Pérez Pincheira, quien ya lleva dos años enseñando el curso “Lengua de Señas” obtuvo un 100% en la Evaluación Docente del primer semestre 2021. Este hecho es bastante meritorio, por ser un ramo Track donde los alumnos que participan pertenecen a diferentes carreras. La clase se dicta en conjunto con su intérprete, José Lazcano, debido a que Pérez es parte de la comunidad sorda.
Esta es su principal motivación para enseñar el ramo, ya que él desea que “la comunidad conozca que las personas sordas contamos con una cultura, valores y una historia”, declaró. Además, “enseñar lengua de señas favorece el acceso al dar oportunidades de comunicación entre las personas sordas y oyentes” y que agradece que hoy existan más instancias de aprendizaje para ello, agregó.
Pérez describe la experiencia docente como enriquecedora: “extraño mucho la presencialidad y el contacto con los estudiantes, sin embargo, a pesar de lo complejo que significa hacer clases online hemos podido adaptarnos a lo que ello significa”, mencionó. Asimismo, valoró el esfuerzo de los estudiantes en cumplir con sus evaluaciones y tareas, siempre interesados por participar.
Los alumnos que tomaron el curso tuvieron distintas motivaciones para elegir este Track, como utilidad y que les llamó la atención. En el caso de Javiera Arredondo, estudiante de Odontología de 1° año, pensó que era “muy necesario para los tiempos actuales” y evaluó positivamente a los profesores porque “hacían el aprendizaje mucho más agradable, los contenidos los aplicaban a situaciones cotidianas y siempre se preocupaban de integrar a todas las carreras”, expresó.
De igual modo, Beatriz León, alumna de 1° año de Nutrición y Dietética, decidió tomar este curso porque siempre tuvo interés en aprender lengua de señas, ya que lo considera importante “como futura personal de salud y como ciudadana, poder comunicarme y ayudar a cualquier persona; el no saber lengua de señas limita ese objetivo”, sostuvo. Quiso evaluar a los profesores con el puntaje máximo porque “eran didácticos, siempre traían actividades y juegos que hacían entretenida e interesante la clase. Sin embargo, lo que más destacó es que, a través de anécdotas, nos transmitían consciencia social y nos hacían ver cómo cosas cotidianas para nosotros, para las y los sordos carecían de oportunidades e inclusión”, aclaró.
Para Matías González, estudiante de 2° año de Diseño, tomar este curso fue un gran logro, ya que siempre quiso aprender lengua de señas, pero al ser de una ciudad pequeña nunca encontró un lugar para hacerlo. Le dio al profesor un 100% por “su disposición a enseñar, resolver cualquier duda y el carisma que tenía; ninguna clase era aburrida, incluso, muchas veces tenía días malos y el entrar a clases me alegraba mucho, me sentía super feliz”, manifestó.
Pérez toma este resultado como mérito tanto de su intérprete como de él: “a nosotros nos pone contentos como dupla de trabajo, porque fue un trabajo colaborativo para que las clases se desarrollaran de la mejor forma, también reconozco que fue una sorpresa para mí y para José, pero muy feliz por ello”, expuso.
En un futuro, el docente espera que se generen más instancias como esta, donde los alumnos tengan la oportunidad de aprender legua de señas y ponerlo en práctica, que no sólo sea tomar un ramo por cumplir, sino que lo vean como algo necesario. “Independiente de la carrera que tengan, vean el curso como la oportunidad de ser agentes de cambio, de favorecer el acceso, de entender que como profesionales que están siendo formados en esta universidad también pueden aportar a la sociedad de esta manera y que el día de mañana, sin importar el trabajo que tengan, se pueden encontrar con una persona sorda y se puedan comunicar con ella pensando en lo que aprendieron en este curso”, concluyó.
